Ramón Fernández Bobadilla: tenemos que ponernos serios o nos vamos a cargar aún más la reputación de nuestra profesión

Como he comentado en más de una ocasión el mundo digital te permite conocer a grandes profesionales. En esta ocasión tengo el placer de entrevistar a Ramón Fernández Bobadilla, padrazo y neuropsicólogo, (como el mismo se define).

¿Quién es Ramón Fernández Bobadilla?

Soy un chico de 35 años natural de Cádiz, pero sin mucho acento andaluz porque desde los 18 años he vivido por el norte. Estudié Psicología en Bilbao y me enamoré de una cosa muy rara llamada Neuropsicología. Este amor me llevó a Barcelona y durante 8 años me dediqué en cuerpo y alma a formarme. Masters, prácticas, investigación, doctorado, ensayos clínicos, docencia en la universidad, pero sobre todo clínica, mucha clínica. Rodeado de increíbles compañeros me di cuenta de que me gustaban más los pacientes y la semiología que las pantallas de ordenador. Años en pasillos de hospitales que disfruté y aproveché al máximo y que gestaron a un neuropsicólogo. Que más allá de tener acreditaciones (que las tengo) es lo que respondo cuando me preguntan que qué soy. Soy neuropsicólogo. Otro amor, el de carne y hueso, me animó a venir a Navarra hace ya 3 años. Y aquí comenzó otra apasionante aventura profesional dentro del ámbito de la Neurorrehabilitación. Desde hace 11 meses mi vida ha experimentado una revolución que ha modificado de manera radical mi foco atencional. Se llama Nora y es maravillosa. Resumiendo, Ramón es neuropsicólogo y un padrazo. 

Trayectoria profesional de Ramón Fernández Bobadilla

A continuación, con el fin de que el lector conozca algo más sobre su trabajo, le realizaré una serie de preguntas.

¿En qué está trabajando actualmente?

Desde enero de 2019, junto a mi compañera y amiga Loinaz Guridi (terapeuta ocupacional) fundamos un pequeño centro de neurorrehabilitación en Pamplona llamado neurobidea. Nuestra ilusión era crear un espacio en el que aplicar todas esas cosas buenas que habíamos ido aprendiendo a lo largo de nuestra trayectoria profesional. Primando la cercanía al paciente, la accesibilidad, la rigurosidad y la sensatez. Además de facilitar formación de calidad en “neuro” a los profesionales y familias de nuestra zona. Para ello hemos formado un equipo neurorrehabilitador de gente buena (en todos los sentidos) y el proyecto está saliendo adelante con mucho esfuerzo, pero sobre todo con muchísima ilusión.

¿Cuáles son sus futuros proyectos? o ¿qué proyectos le gustaría emprender?

Actualmente, estoy muy centrado en neurobidea. Garantizar que las cosas se hagan muy bien. En el mundo de la rehabilitación neurológica de adulto y del desarrollo infantil es muy fácil caer en ciertas tentaciones y comodidades que desde que nació el proyecto tuvimos claro que tendríamos “tolerancia cero”. Así que, en lo profesional, neurobidea quiero que sea mi futuro. Para ello me estoy dejando asesorar por amigos/compañeros que han tomado esta vía. Y algo que es clave desde que empecé con esto… estudiar y estudiar todos los días con toda la humildad posible. 

Algunos apuntes sobre Neuropsicología

Como neuropsicóloga e interesada en el campo son bastantes las cuestiones que me gustaría plantearle. No obstante, debido a la escasez de tiempo, le plantearé algunas preguntas que, a mi parecer, podrían ser interesantes para el lector.

Sobre las pseudociencias (…) ¿nos encontramos ante una situación controlada?

No, para nada está controlado. Y en Psicología, en concreto, tenemos que dar ya un buen golpe sobre la mesa. Desde los colegios profesionales y asociaciones empieza a intuirse un cambio de actitud. La gente ya empieza a estar cansada de ver a compañeros jugar con las debilidades de las personas bajo el paraguas de nuestra profesión. Pero queda mucho por hacer. Tenemos que ponernos serios o nos vamos a cargar aún más la reputación de nuestra profesión. Vas caminando por la calle con la continua tentación de ir arrancando algún que otro cartel de enigmática seriedad.

¿Cuáles son las principales diferencias a grandes rasgos, por supuesto, en el proceso rehabilitador en niños frente adultos?

Hay muchas maneras de contestar a esta pregunta. Pero destacaría tres diferencias.

  • El factor escolar con la comunicación con el equipo pedagógico como elemento fundamental para el proceso rehabilitador. Además de la familia, pero que es clave tanto en niños como adultos.
  • La incorporación del juego como elemento motivador para la ejecución de las actividades en infantil, trabajando en el suelo con colchonetas. Aunque este aspecto cada vez lo intentamos integrar más en todos los pacientes.
  • Durante el neurodesarrollo la increíble capacidad plástica del sistema nervioso de un niño frente a la del adulto, que es otro aspecto que destacaría y que hace que la manera de plantear el proceso y los objetivos de trabajo sea bastante diferente.

Cree que un mismo profesional puede tratar, indistintamente, a niños y adultos o (…) ¿es necesario especializarse?

Aquí me viene a la cabeza la expresión de un respetado compañero que habla del perfil “valepató”. Pero como bien explica él (y yo suscribo) las circunstancias son las que mandan. Yo por circunstancias (y por gusto) he tenido que reciclarme después de dedicar la mayor parte de mi carrera especializándome en adulto (más en concreto en trastornos del movimiento). Y he tenido que desacomodarme una y mil veces y juntarme a neuropediatras y neuropsicólogos infantiles para tratar de hacer las cosas muy muy bien cuando tengo a un niño delante. Si bien es cierto que siempre tienes esa inevitable sensación de que cuanto más lees (o más pacientes ves) menos sabes. Confío en que no sea cierto y que estemos haciendo las cosas lo mejor posible. Y tener la humildad de saber derivar a otros compañeros cuando te conste que le pueden ayudar a esa persona mejor que tú.

Desde neurobidea apuestan por la divulgación en RRSS, ¿cuál cree que es el papel de los profesionales en estos medios de comunicación?

Antes que nada, considero que el uso de las RRSS ha de seguir siendo algo voluntario y no una vara de medir la actividad o calidad de los profesionales. Hay compañeros que lo hacen muy muy bien y de los que aprendo mucho a diario, además de entretenerme. Pero también hay otros que sin hacer uso de ellas son auténticos referentes. Muchas veces envidio la manera que tienen los compañeros más activos en la redes de gestionar su tiempo ya que a mi “no me da la vida” para estar constantemente interactuando y con ese nivel de profundidad.

Nuestra apuesta desde neurobidea es quizás algo diferente. Creemos conveniente usarlas como herramientas de explicación práctica de nuestro trabajo. Al enfocarnos en el tratamiento neurorrehabilitador mostramos ejemplos de ejercicios que sirvan a nuestros seguidores para entender en qué consisten nuestras disciplinas. Así mismo, compartimos ejemplos de tareas que puedan ayudar a otros compañeros a optimizar su trabajo cuando falla la creatividad (al igual que hacemos nosotros). Tratamos de transmitir una imagen desenfadada pero dejando claro que esa es solo una parte de nuestro trabajo y que no por ello hay una carencia de rigurosidad.

¿Cree que existe sobre-información?

Contestaría que sí. En concreto Twitter por momentos se está convirtiendo en algo bastante tóxico. Pero, como en todo, saber hacer un buen uso de las RRSS permite tener una muy buena información. Con la práctica, cuatro follows por aquí y siete unfollows por allá, puedes diseñar un TimeLine que combine sapiencia actualizada y diversión (aunque a veces entrando se te suban las pulsaciones a mil). 

El futuro de la Neuropsicología

En la actualidad, el futuro de la Neuropsicologia es uno de los temas más controvertidos. Nos gustaría conocer su opinión al respecto.

¿Cuál es o debería ser la formación teórico-practica que debería tener un neuropsicólogo según Ramón Fernández Bobadilla? ¿Cree que la especialización en Neuropsicología es necesaria?

Considero necesaria la especialización aplicando el sentido común. No voy a aportar nada nuevo. Tratamiento de la Psicología Clínica y la Neuropsicología clínica como dos disciplinas diferentes. Y gestión de la formación teórica y práctica a través de un modelo NPIR guiado por neuropsicólogos y neurólogos. Si hubiera existido esto hace 10 años me hubiera dedicado en cuerpo y alma por haber seguido ese camino oficial. Mi trayectoria formativa se parece mucho a lo que planteo, pero lo he tenido que hacer de manera extraoficial. Y me niego a pensar que hay una vía mejor para ser neuropsicólogo. Las vías de acreditación que se han desarrollado durante los últimos años y en la que he podido participar activamente son un paso muy importante y creo que se han llevado a cabo con mucha seriedad. También incidiría en controlar y equiparar los niveles de calidad de los diferentes másters en Neuropsicología. Pienso que hay mucho y demasiado variado.

¿Cómo vives la situación que atraviesa nuestra disciplina en la actualidad?

Vivo con tristeza el menosprecio pero con ilusión y esperanza el movimiento que estamos cocinando y que confío que dará sus frutos. Creo que esta situación nos está empezando a unir a los neuropsicólogos y espero que con la fuerza necesaria y objetivos comunes.

Un consejo de Ramón Fernández Bobadilla para todos los que comienzan sus estudios en Neuropsicología

Sed curiosos e inconformistas. Que sepan bien a quién juntarse y que pregunten todo sin miedo. Y por supuesto, que asuman rápido que van a tener que estudiar todos los días de su vida. Y que no duden que la recompensa a nivel humano es brutal. Me gustaría agradecer de sobremanera la oportunidad que me habéis ofrecido en Hablemos de Neurociencia y felicitaros por la fundamental labor que lleváis haciendo de manera desinteresada durante varios años. Muchas gracias. 

Agradecimientos

Desde aquí me gustaría agradecer públicamente a Ramón Fernández Bobadilla su entrega y disponibilidad con todo el equipo de Hablemos de Neurociencia, en especial, conmigo.

Gracias por tu confianza, tu tiempo y esfuerzo