Heminegligencia: la mitad del mundo

Introducción

La heminegligencia consiste en la dificultad que presenta un paciente, sin problemas motores y/o sensoriales, para orientarse, actuar o responder a estímulos que aparecen en el lado contralateral de una lesión hemisférica. Típicamente se relaciona con lesiones en el lóbulo temporal, fundamentalmente en el hemisferio derecho [1]. La negligencia contralateral puede darse en varias modalidades perceptivas siendo la visual la más estudiada. La negligencia puede ocurrir junto con otros déficits visuales como la hemianopsia, o los déficits oculomotores, pero estos no explican por sí mismos el fenómeno [2]. Se ha observado, que en dicha patología existe una pérdida de la configuración de la entrada sensorial al cerebro, especialmente al neocórtex [1].

Por un lado, cuando a los pacientes con negligencia espacial se les pide que realicen una variedad de tareas en el espacio, no son conscientes de las del hemiespacio contralateral a la lesión (por ejemplo, suelen comer sólo mitad del plato, leer sólo la mitad del párrafo o escribir únicamente en la mitad de la hoja). En ocasiones, consideran su propio cuerpo como el centro. A este tipo de negligencia se le denomina negligencia atencional o sensorial [1].

Por otro lado, hay pacientes que, a pesar de ser conscientes del estímulo, no responden a él, aunque no haya una paresia que lo justifique, denominándose esta patología, negligencia intencional o motora [1]. Además, se puede diferenciar también la negligencia afectiva, que puede acompañar a una anosognosia, cuando el paciente es inconsciente o niega la hemiparesia, y la negligencia representacional, que se observa cuando se le pide al paciente que se imagine que está en algún lugar conocido. En este caso, éste no podrá recordar lo que hay en ese lugar, en el lado contralesional [1]. 

Evaluación

Para determinar la posibilidad de que exista heminegligencia se ha recurrido a la exploración de la conducta mediante tareas en las que se comparan las respuestas con una parte del cuerpo y con otra. Existen lo que se llaman “test de cabecera” que permiten en un primer estudio, determinar el grado de negligencia que presenta el paciente hacia el lado izquierdo. El principal problema encontrado al evaluar la heminegligencia es la variabilidad que existe entre las personas que lo padecen, pues existen pocas pruebas que puedan evaluar por igual a todos los pacientes [3].

Tarea de cancelación

La tarea por excelencia para la evaluación es la de cancelación, de la cual existen multitud de variantes en la actualidad. Dicha tarea consiste en que el paciente encuentre un estímulo objetivo entre distractores, presentándose los mismos en una hoja de papel que se alinea con la línea media del cuerpo. La respuesta típica es el fallo en la detección de los objetivos situados en el hemicampo izquierdo, aunque se encuentran por ejemplo patrones muy comunes de cancelación de un mismo estímulo varias veces [4].

Bisección de lineas

Otra de las tareas de evaluación más empleadas es la bisección de líneas, en la que se presenta al paciente una línea horizontal (normalmente varias líneas en cada folio) y debe marcar el punto medio de la misma. Habitualmente, los pacientes con heminegligencia hacen la marca de la línea media más a la derecha de la mitad real de la misma [4].

Tareas de dibujo

También podemos hablar de las tareas de papel y lápiz y las tareas de dibujo, en las que el paciente tiene que copiar un modelo o realizar un dibujo espontáneo de diferentes figuras simétricas desde su línea media. La respuesta habitual es la distorsión o la omisión de partes de la imagen. El copiar una imagen supone focalizarse en los detalles de la parte derecha, donde los pacientes se quedan anclados. Además, se ha visto que cuando se le dice al paciente que dibuje con los ojos cerrados, se reducen los signos de heminegligencia encontrados en este tipo de pruebas [5].

Test del reloj

Una de las pruebas más empleadas dentro de este tipo, es el test del dibujo del reloj, que consiste en copiar la esfera de un reloj en el que figuren los números en el orden correcto y que puede realizarse con la variante de dibujarlo de memoria [6]. Es de vital importancia, con relación a este tema, hablar del síndrome de neglect, el cual se caracteriza por negación de las extremidades, acinesia, alteraciones en la atención, heminegligencia espacial, desviación de la cabeza y los ojos y negación explícita de su enfermedad [2].

Pronóstico

El pronóstico de este síndrome, en general, depende de ciertos factores psicosociales como el aislamiento social, la edad, la gravedad de la hemiparesia, la alteración de la memoria y la inteligencia, los déficits visoperceptivos y las reacciones emocionales inadecuadas [2]. El índice de recuperación de éste síndrome es muy bajo, siendo la misma muy lenta e incompleta. Para una buena rehabilitación, el programa de intervención neuropsicológica, debe basarse, de modo directo en los resultados del proceso evaluador que incluye al paciente y su ambiente personal, familiar y laboral, así como estructurase por objetivos [7]. 

Tratamiento

El tratamiento rehabilitador debe basarse también en las actividades de la vida diaria, condicionamiento espacial, entrenamiento en búsqueda visual junto a los aspectos motores afectados. También se han utilizado bromocriptina y apomorfina con mejoras en la ejecución en pruebas perceptuales y motoras, lo que sugiere que los sistemas dopaminérgicos están de alguna manera implicados en el síndrome [2]. Existen varias hipótesis que compiten por explicar el cómo ocurre esta recuperación. La hipótesis del hemisferio no dañado que compensa y fuerza al otro hemisferio en el procesamiento de la información vía cuerpo calloso compite con los estudios de sujetos comisurotomizados que sugieren que la recuperación ocurre en el propio hemisferio dañado. El hemisferio cerebral derecho es capaz de compensar pérdidas en el izquierdo, pero parece que esto no ocurre al revés [2].

Referencias bibliográficas

  1. Azouvi, P., Samuel C., Louis-Dreyfus A., et al. (2002) Sensitivity of clinical and behaviouraltests of spatial neglect after right hemisphere stroke. Journal of Neurology Neurosurgery andPsychiatry; 73: 160–166.
  2. Ferber, S. and Karnath, H-O. (2001) How to assess spatial heminegligencia-Line bisection ocancellation tasks? Journal of clinical and experimental neuropsychology; 23 (5): 599-607
  3. López Argüelles, J., Alfonso León, D., Barboza Sanchis, S., et al. (2012). Heminegligencia y hemianopsia. Presentación de un caso. Medisur; 10 (4).
  4. Parton A., Malhotra P. and Husain, M. (2004) Hemispatial neglect. Journal of neurology,neurosurgery and psychiatry; 75: 13-21.
  5. Romero López, M.J. & Moraleda Barreno, E. (2011). Rehabilitación neuropsicológica en el síndrome de neglet tras accidente cerebrovascular: caso clínico. Revista Chilena de Neuropsicología, 6(2): 124-127.
  6. Romero, M. y Moraleda, E. (2012). Aspectos clínicos y modelos teóricos en el Síndrome de Neglect. Rev. Chil. Neuropsicol. 7(2): 54-59.
  7. Sièroff, E., Decaix, C., Chokron, S. y Bartolomeo, P. (2007) Impaired orienting of attention inleft unilateral neglect: a componential analysis. Neuropsychology; 21: 94-113.

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